Existen pruebas radiológicas (TAC, Resonancia, etc) y endoscópicas que permiten establecer el diagnóstico de diferentes patologías abdominales. Sin embargo, existen situaciones concretas en que es necesaria realizar una laparoscopía para visualizar y, en muchos casos, realizar al mismo tiempo una biopsia del órgano afectado.
La Laparoscopia es una técnica exploratoria y diagnóstica que permite observar el interior del abdomen con la ayuda de una lente óptica, lo que ayuda a establecer un diagnóstico más preciso. También se emplea para intervenciones quirúrgicas a través de pequeñas incisiones que hacen que la operación sea de mínima invasión y que el paciente se recupere con mayor rapidez
Las indicaciones principales se establecen en dos sentidos:
– por un lado, la detección y diagnóstico diferencial de ciertos tumores y su estudio de extensión
– y por otro, la identificación y resolución de urgencias quirúrgicas.
Cirugía laparoscópica en el estudio de tumores
La visión directa de la laparoscopia permite apreciar lesiones más pequeñas que con la TAC o la Eco abdominal.
Por esta razón, es posible demostrar la presencia de metástasis, adenopatías o carcinomatosis peritoneal en mayor número de casos con la laparoscopia que con otras pruebas diagnósticas, siempre y cuando las lesiones sean accesibles a la visión de la óptica. Un valor añadido de la laparoscopia es la posibilidad de palpar, manipular, mover, disecar y biopsiar los órganos o tejidos, adquiriendo muestras para la obtención de resultados anatomopatológicos concretos, en muchos casos intraoperatoriamente.
Los hallazgos laparoscópicos junto a los informes anatomopatológicos van a determinar en ocasiones cambios de estrategias terapéuticas e incluso van a contraindicar la cirugía orientándonos hacia otras estrategias de tratamiento.
A pesar de que el uso de la laparoscopia en el estudio de los tumores tiene utilidad limitada, se ha empleado con éxito en el cáncer de páncreas, donde puede definir la irresecabilidad, en el cáncer de hígado, en el cáncer de la vesícula biliar, en el diagnóstico de linfoma Hodgkin y Non-Hodgkin y en ascitis de etiología desconocida.De cualquier modo, la laparoscopia diagnóstica reduce el número de laparotomías exploradoras innecesarias y como consecuencia la morbilidad y la estancia hospitalaria derivadas de ellas.
Cirugía laparoscópica en urgencias.
El aspecto más importante para practicar laparoscopia de urgencia es la posibilidad de integrar el diagnóstico y el tratamiento.
Si coincidimos en que el abdomen agudo es una circunstancia en la cual el diagnóstico clínico es a menudo ambiguo, comprenderemos que la laparoscopia juega su papel más importante cuando su indicación pueda determinar una conducta que genere varias modalidades de tratamiento o cuando la terapéutica laparoscópica vaya a ser posible. Este es el caso de la duda diagnosticaque puede surgir en la mujer entre procesos digestivos y procesos ginecológicos. ( VER MAS INFORMACION)
Otro campo donde la laparoscopia ha sido introducida con máximo acierto es la evaluación de pacientes ancianos con el fin de evitar laparotomías innecesarias. Aquí la laparoscopia es capaz de aclarar hasta un 86% de diagnósticos dudosos y previene laparotomías innecesarias hasta en un 57% de casos en los que es usada.
Procedimientos más frecuentemente diagnosticados y tratados:
Apendicitis aguda.
Colecistitis aguda.
Perforación gastrointestinal.
Obstrucción intestinal.
Diverticulitis.
Hemoperitoneo.
Traumatismo abdominal.
Otros procedimientos: Meckel, tumores obstructivos y enteritis.