LA OBESIDAD, CAUSA PRINCIPAL DE VARICES


Ante las altas cifras de obesidad en México, se han incrementado otro tipo de padecimientos como las várices, que se ha convertido en uno de los más atendidos en el área de medicina familiar, donde seis de cada 10 derechohabientes son mujeres.

Especialistas explican que la obesidad y el sedentarismo son la principal causa de este padecimiento, por lo que recomiendan a las personas mantener un peso adecuado, utilizar medias de comprensión suave, pero sobre todo, realizar ejercicio con el fin de activar la circulación sanguínea en las piernas.

Realizar actividades de pie o sentado por mucho tiempo, así como usar tacones muy altos favorecen la acumulación de sangre en las piernas o lo que conocemos como estasis venosas, lo cual influye en el desarrollo de las várices y que éstas se implantan en los tejidos subcutáneo o adiposo debido a la presión sanguínea sobre las paredes de venas y válvulas.

Se recomienda, por ello, realizar ejercicios y si no se tiene la facilidad, salir a caminar. Si se tiene que estar por mucho tiempo sentados en el lugar donde laboran, como juntar los talones y separar la parte delantera del pie, abrir y cerrarla de forma consecutiva en repetidas ocasiones, esto ayudará para que el flujo de sangre corra por las venas y evitar ese tipo de padecimientos.

Otro de los ejercicios es apoyar el talón y subir la punta del pie en forma repetitiva, y en caso de pasar mucho tiempo de pie, caminar sobre los talones y de puntillas de manera alternada durante el día.

La presencia de várices en las piernas es consecuencia de la dilatación excesiva de las venas por la incapacidad de retorno de la sangre al corazón, lo que provoca que la piel se oscurezca a nivel de los tobillos y posteriormente cause úlceras varicosas o inflamadas, consideradas la mayor complicación venosa. Estas dilataciones permanentes de las venas pueden ser muy pequeñas, como hilos parecidos a las patas de araña o en grado extremo, muy anchas e inflamadas que parecen racimos serpenteantes.

Este padecimiento también puede darse por estímulo hormonal o factor hereditario, pues hay casos de niñas con várices.